Lo importante de este taller es su dinámica: el tratamiento que se da al grupo, y los disparadores a utilizar. Destacándose, el incentivo a todo aquello que sean imágenes interiores, al plano evocativo, y al valorativo.
Todo aquello que hace a la reflexión, a la contemplación, y al recuerdo, no sólo desde el punto de vista de las experiencias propias de cada vida, sino de las herramientas que se proveen para que esta tarea quede plasmada en un lenguaje adecuado a la circunstancia. Pero sin caer en estructuras sistémicas cerradas.
También, la lectura de ficción, y la selección natural que cada lector hace del autor que más le atrae, es otro de los puntales de esta actividad. Algo que quiero destacar es que yo no trabajo desde la postura triste, trágica o caótica -cosa común en algunos Talleres, pues lo trágico da resultados muy inmediatos-, sino desde una visión estimulante de esos mundos internos. Para que la tarea anime y no perjudique la sensibilidad de las personas. Lo que intento a través de la coordinación de la escritura creativa, es golpear a la puerta del corazón y la mente del participante, para que éste genere desde sí aquello que quiere decir, y lo haga con “oficio”, con técnica, como un artesano que va moldeando su obra, y con una gran felicidad de ver realizada su creación.
Si le buscamos un efecto de “utilidad” a esta tarea: Un Taller Literario es un gran motivador emocional que sirve además, para frenar el tiempo cotidiano y organizar un lugar interior, de reflexión, de entretenimiento y de ejercitación mental. Conecta con todas las ramas del arte: la pintura, la música, etc., con la cultura de los diversos pueblos y períodos históricos. Profundiza en el arte de la “observación minuciosa”. Amplía el campo de pensamiento. Acerca al fundamento de los grandes pensadores, a la belleza del estilo, y perfecciona el uso del lenguaje y la comunicación.
Nora Margarita Sielas
Coordinadora de Taller Literario y de Comunicación
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